Cada años se roban en Alemania varios miles de bicicletas. La cuota de casos esclarecidos se mantiene constantemente por debajo del 10 %. Si le roban la bicicleta, tiene pocas posibilidades de que se la devuelvan. Por eso un buen candado es la mejor posibilidad para evitarlo. Si sigue los siguientes consejos, les quitará las ganas de actuar a los ladrones:
Los ladrones evitan la luz y la gente. El mejor lugar para dejar una bicicleta con candado estacionada por la noche es un lugar cerrado (sótano o garaje).
Si no pone el candado en la bicicleta, aunque sea en una breve parada al kiosco, se está arriesgando mucho. Según las estadísticas, aproximadamente el 30 % de los robos de bicicletas son ocasionales.
Si va a dejar la bicicleta en algún lugar durante un tiempo, no es suficiente con ponerle un candado que la bloquee, las bicicletas modernas son ligeras y se llevan bien al hombro. Independientemente de que la deje en un aparcamiento para bicicletas, en una farola o en una valla de metal: siempre debe estar cerrada con candado y fijada a un objeto que sea al menos igual de sólido que el mismo candado.
El valor de una bicicleta debe ir también en consonancia con la calidad del candado. Si se quiere lograr una protección adecuada, se debe invertir el 10 % del valor de la bicicleta en un candado. Además de su alta seguridad antirrobos, esos modelos tienen un efecto disuasorio.
El ABUS Bordo es compacto al tiempo que ofrece una alta seguridad, ya que está construido como un metro plegable y su candado puede extenderse flexiblemente para abarcar objetos grandes, como es el grueso mástil de una farola. A la hora de transportarlo, tiene el tamaño de un móvil grande y cabe en una práctica caja de plástico, que puede llevar en el cuadro e incluso en el bolsillo.
Si no puede dejar las bicicletas dentro del pasillo de la casa o del sótano, puede encadenar varias juntas (la mountain bike, con la bici de paseo no utilizada y la de su hijo, por ejemplo), ya que así encadenadas, un paquete de 35 kg no se lo pone fácil al ladrón, por mucha fuerza que tenga para subir las escaleras del sótano.