
Los teléfonos móviles se han convertido en un símbolo de status social y económico; precisamente por ello, figuran entre los dispositivos de alta tecnología que más se roban en todo el mundo. Algo que notaba en carne propia Orange, una de las principales operadoras de telefonía móvil en Austria. Tras padecer varios robos en sus tiendas, Orange decidió equipar a sus sucursales con la tecnología de seguridad de ABUS. Una combinación de seguridad en el interior y en el perímetro exterior, destinada a no darles ni una oportunidad a los delincuentes en el futuro.
Área de empleo: Sector comercial Objeto: 70 sucursales de Orange Ubicación: Austria Objetivo del proyecto: Protección contra robos e intrusos |