
Las llaves de la casa, del garaje, un candado de seguridad o de bicicleta nos acompañan todos los días y hacen que nuestra vida sea más segura. Pero, ¿cómo funciona este principio de llave y cerradura?
Todos los tipos de cilindros siguen el mismo principio constructivo. Por dentro, cuentan con diferentes espigas huecas dentro de cada una de las cuales se encuentra un resorte. Estas espigas huecas tienen longitudes diferentes. La longitud determina las muescas de la llave. En el momento en que se introduce la llave correcta en el pestillo, las espigas huecas se presionan hacia abajo. Así, la llave correcta solo puede introducirse en el cilindro hasta que encastra, acto seguido ya se puede girar y la cerradura se abre.
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