
La videovigilancia, también denominada "CCTV", es muy útil para inmuebles industriales y comerciales. Además de la protección obligada, como la vigilancia del perímetro y del exterior contra actos de vandalismo, robos y espionaje, los sistemas de vídeo también se encargan de optimizar los procesos y de la seguridad en el trabajo.
Una de cada dos empresas es víctima de delitos industriales, según la estadística de la oficina de investigación criminal federal. La videovigilancia puede disuadir al ladrón potencial o facilitar su identificación tras cometer el delito, porque permite reconocer su rostro.
Las cámaras de vídeo pueden ofrecer una panorámica general del departamento o la línea de producción, pero también se pueden integrar directamente en las instalaciones de producción para vigilar los procesos in situ.
Además de los almacenes y las zonas de venta, los edificios de oficinas también son los objetivos preferidos de los ladrones. La variedad de delitos es amplia, abarca desde el robo ocasional por personal o proveedores de servicios, pasando por el allanamiento y robo de bandas, hasta la delincuencia de orden industrial.
¿Quién entra y sale del recinto? Un sistema de videovigilancia de la entrada y el aparcamiento que sea efectiva responde a esta y otras preguntas. Además permite evitar o esclarecer los casos de vandalismo, aparcamiento no autorizado (en plazas reservadas para discapacitados, visitantes o mujeres) o fugas tras causar accidentes.
Los sistemas de vigilancia impiden que desaparezcan mercancías del almacén y también se utilizan, cada vez más para vigilar, procesos dentro de las líneas de envío o sistemas de embalaje. Así la videovigilancia contribuye a aumentar considerablemente la eficiencia de su empresa.