
Cada año se roban en Alemania, Austria y Suiza artículos por valor de unos siete mil millones de euros, y esto solo en comercios. Pero los ladrones también entran en almacenes, fábricas y oficinas. Si tenemos en cuenta las bajas cuotas de esclarecimiento de delitos por robo (aprox. un 20 %) y la elevada proporción de ladrones reincidentes (más del 60 %), queda evidentemente demostrada la ventaja de una vigilancia detallada a la hora de identificar al autor.
Los ladrones modernos roban todo lo que no está fijamente atornillado y enclavado. Ninguna empresa está segura contra robos, dado que gracias a las infinitas posibilidades de Internet prácticamente puede encontrarse un comprador para cada producto.
Es muy común que los ladrones acudan a los comercios a llevarse cosas sin pagar. Suelen esconder el artículo en su ropa, el cochecito del bebé o en envoltorios de otros productos. Con los sistemas de videovigilancia ABUS puede descubrir estos dos trucos clásicos:
Alguien lleva el ticket dejado por otro cliente, después vuelve a la tienda coge un artículo de la estantería y se acerca de nuevo a la caja con el ticket.
Un cliente compra un aparato, vuelve al comercio al día siguiente, se lleva el mismo aparato de la estantería y reclama obteniendo la devolución del importe.